Alrededor de un 9% de la población mundial padece de trastornos de atención (CDC, 2011). El Déficit de Atención es un trastorno que se caracteriza por:

​

• Falta de atención.

• Andar distraído.

• Hiperactividad (si se presenta).

• Impulsividad.

• Poca memoria o retención.

• Bajo rendimiento respecto al esfuerzo y expectativas de logro según lo estudiado. 

 

Actualmente la mayoría de estos pacientes son medicados con drogas psicotrópicas estimulantes que a veces disminuyen los síntomas pero no curan el problema de base.

 

El TDA es un trastorno neuropsicológico más común entre la población infantil. Es un trastorno de tipo crónico, cuyo origen radica en una inmadurez neurológica. Este trastorno generalmente se acompaña de otros signos y síntomas; como alteraciones en la coordinación motora fina y en la comprensión de lectura, lento aprendizaje, dificultad en la escritura y problemas conductuales. La literatura científica aprueba el uso de neurofeedback como un tratamiento seguro y válido para tratar los déficits de atención, estimando el alivio de los síntomas con 20 a 40 sesiones (Thompson & Thompson, 2015; Lubar, 1999)